No
se me importa un pito que las mujeres
tengan
los senos como magnolias o como pasas de higo;
un
cutis de durazno o de papel de lija.
Le
doy una importancia igual a cero,
al
hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o
con un aliento insecticida.
Soy
perfectamente capaz de soportarles
una
nariz que sacaría el primer premio
en
una exposición de zanahorias;
¡pero
eso sí! -y en esto soy irreductible
-
no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Oliverio
Girondo
(Extracto
de “Espantapájaros”)
Si
hay alguien que se salva de la condena de Girondo es María Laura Pini, que el
pasado viernes 02 de noviembre talló este extracto como un manifiesto irrevocable
en una de las paredes de la Galería de Arte de la Usina Cultural Sáenz Peña. Con este espíritu de libertad,
autenticidad y picardía, se abrió el juego…
“Que
sepa abrir la puerta…” fue una invitación absolutamente abierta a toda la
comunidad del Boulevard, a quien María Laura dio la bienvenida como una niña que invita a
jugar a sus amigos a su casa. Estaba la mesa de la merienda puesta y un campo
de juegos tan amplio como su creatividad plasmada en diversos formatos. Papel, madera,
vidrio e instalación, ¿quién salta al primer casillero de la rayuela de María
Laura?
Poco
tardaron en saltar cada uno de los invitados. La infancia, los recuerdos, las
sonrisas, el buen momento llenó el aire de la Galería. Había una especie de
magia que no se puede decodificar. Quizás “La Primavera” de Bottticelli pueda
representar la idea de aquella noche, pero lo cierto es que todos,
absolutamente todos abrieron sus alas y volaron bien lejos, allá donde María Laura
los esperaba con dulces, ideas y guiños para jugar.
Muchísimas
gracias a todos por acompañarnos una vez más. Las noches de la Usina Cultural
Sáenz Peña se completan con ustedes. Los invitamos a revivir este fantástico
estado de creatividad, arte y libertad en nuestro espacio. La muestra de María
Laura los espera con las puertas bien abiertas…
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